viernes, 25 de mayo de 2012

Que es



El conjunto arquitectónico de Chichen Itza tienen una superficie de 15 Kilómetros, destaca el Castillo dedicado al culto del Dios Kukulkán, esta es una monumental pirámide de 4 fachadas ornamentales y 9 cuerpos escalonados, en este edificios es donde se presentan los equinoccios de marzo y septiembre el fenómeno de luz y sombra y se puede observar el descenso de la Serpiente emplumada. El Templo de los Guerreros, El Observatorio, El Cenote Sagrado, El Juego de Pelota, son solo parte de la grandeza de esta civilización y antigua metrópoli Maya ....


Siga los pasos del pasado y descubra el centro cultural más importante de la civilización Maya. La majestuosa ciudad de Chichén-Itzá le espera. Los arqueólogos consideran la civilización Maya una de las más avanzadas de América. Esta misteriosa ciudad era un importante centro ceremonial. Vea la magnífica pirámide de Kukulkán ("La Serpiente Emplumada"); el Templo de los Guerreros, el Juego de Pelota, el Observatorio y el pozo sagrado, el lugar en donde sacrificaron a innumerables mujeres vírgenes como sacrificios a los Dioses.



Alrededor del año 550 D. C. los Mayas se asentaron en Chichen Itza (palabra Maya que significa "la boca del pozo"). Chichen Itza se localiza en un área selvática sobre piedra caliza a través de la cual, el agua de lluvia se cuela y se mantiene entre las rocas del subsuelo. Estos canales de agua son conocidos como "cenotes". Los cenotes, fueron el oasis de la comunidad, llenos de agua de lluvia proporcionaban lo necesario para vivir. Chichen Itza como otros centros Mayas, fue primeramente un sitio ceremonial y espiritual en vez de un área comercial.



Se sabe que Chichen Itza fue abandonada en el siglo X. Esta es una evidencia recurrente, ya que todas las ciudades Mayas se abandonaron alrededor de este periodo, sin embargo, el abandono no ha sido completamente explicado. Los Mayas regresaron y se reinstalaron aproximadamente en el año 1000 D.C. Esto se distingue por las tendencias de dos estilos arquitectónicos encontrados en Chichen Itza: la tradicional arquitectura Maya, y más recientemente la influencia de la arquitectura tolteca. Los toltecas fueron un pueblo guerrero que invadió Chichen Itza alrededor del año 800 D.C. y los sacrificios humanos formaban parte de sus rituales.


Este era el aspecto que tenía Chichén-Itzá en el año 1889 ... unas fotografías tomadas por el explorador Alfred Maudslay que nos transportan en el tiempo hasta hace mas de un siglo atrás. 



 








     














Equinoccio en Chichen-Itzá

Puntualmente cada año durante los equinoccios de primavera y otoño (21 de marzo y 21 de septiembre) una serpiente de luz aparece reflejada sobre la alfarda de una de las escalinatas de la piramide de Kukulcan (serpiente emplumada).
Este interesante fenómeno se produce únicamente durante estos dias debido a que los mayas que levantaron este templo tuvieron muy encuenta la posicion del sol con respecto a la tierra y diseñaron la piramide de manera que en los equinoccios un juego de luces y sombras recrease el descenso de una serpiente desde lo alto del templo de la piramide a la tierra.
Parece claro que hace mas de mil años los mayas poseían grandes conocimientos tanto en arquitectura como en astronomía y lo reflejaron entre otros muchas en esta construccion.





La pirámide de Kukulcan en el equinoccio con la serpiente de luz descendiendo por la alfarda de la escalera

Donde se encuentra



Chichén Itzá (maya: (Chichén) Boca del pozo; de los (Itzá) brujos de agua ) es uno de los principales sitios arqueológicos de la península de Yucatán, en México, ubicado en el municipio de Tinum, en el estado de Yucatan  y a unos 188 km al oeste de Cancun. Vestigio importante y renombrado de la civilización maya, las edificaciones principales que ahí perduran corresponden a la época de la declinación de la propia cultura maya denominada por los arqueólogos como el período posclásico.



Vista satelital



Vista de calle





Fecha de Construcción



Chichén Itzá fue fundada hacia el año 525 d.C., durante "la primera bajada o bajada pequeña del oriente que refieren las crónicas", por los chanes de Bacalar (que después se llamaron itzá) y más tarde aún cocomes.

Habiendo establecido los chanes la capital de su gobierno en Chichén Itzá en la época señalada, provenientes de Bacalar, continuaron su trayecto de oriente a poniente en la península de Yucatán, al cabo del cual fundarían también otras ciudades importantes como Ek Balam, Izamal, Motul, T'Hó, la actual Mérida de Yucatán y Champotón.


Ya hacia el final del período clásico tardío, en el siglo IX, , Chichén se convirtió en uno de los más importantes centros políticos de las tierras del Mayab. Para el principio del posclásico (desde el año 900 hasta el 1500), la ciudad se había consolidado como principal centro de poder en la península yucateca.


De acuerdo con la evidencia disponible, es posible que muchas de las construcciones principales de la ciudad hayan sido destruidas hacia el final del siglo XI y reconstruidas más tarde. Se puede decir que el declive de Chichén Itzá se dio en un contexto de violencia, que condujo a la pérdida de la hegemoonía Chichén Itzá en el Mayab.


En el año 987 DC se formó la Liga de Mayapán, que fue una unión de casas sacerdotales de la península, entre las que las más importantes eran Uxmal, Mayapán y Chichén Itzá. Sin embargo esta liga fue destruida por un desacuerdo entre los caciques (HalachUiniks) de los participantes que llevó a una declaración de guerra de uno de ellos, HunacCeel, quién se proclamó HalachUinik de Mayapán. Esto originó la ruptura con los itzáes quienes perdieron el conflicto y debieron eventualmente huir en el año 1194 DC y refugiarse en el Petén, de donde habían venido originalmente hacia casi diez siglos.


A diferencia del inicio, cuando Chichén fue fundada, en que los mayas venidos de oriente buscaban la paz y el desarrollo de su pueblo estableciéndose en el Mayab (en lengua maya: Má= no Yab= mucho, muchos) "el lugar para unos cuantos", "para no muchos" —nombre que tenía la región toda, antes de la llegada de los españoles—,[12] al final, 1000 años después, la propia región se había convertido en lugar de pugnas y de luchas. En la caída, la élite estaba formada por guerreros, sacerdotes y comerciantes que gobernaban Chichén Itzá. Ellos habían introducido el culto al dios Kukulcán. Ellos habían levantado impresionantes construcciones con taludes y muros verticales y representaciones del dios pájaro-serpiente que vino de afuera. En el proceso de declinación el militarismo fue el fundamento indudable de esta cultura. Esto se hace evidente en el monumento llamado Plataforma de las Calaveras donde exhibían, clavados en estacas, los cráneos de cientos de enemigos.

Materiales de construccion




Las edificaciones de Chichén Itzá muestran un gran número de elementos arquitectónicos e iconográficos que algunos historiadores han querido llamar mexicanizados. Lo cierto es que es visible la influencia de las culturas provenientes del altiplano mexicano, y la mezcla con el estilo Puuc, proveniente de la zona alta de la península, de la arquitectura clásica maya. La presencia de estos elementos procedentes de las culturas del altiplano fueron concebidas hasta hace algunos años como producto de una migración masiva o conquista de la ciudad maya por parte de grupos toltecas. Sin embargo, estudios más recientes sugieren que pudieron haber sido la expresión cultural de un sistema político muy extendido y prestigioso durante el posclásico temprano en toda Mesoamérica.

En el primero, los edificios ceremoniales están dotados de crestería superior y su techo de bóveda no permite cubrir un espacio superior a dos metros, con muros enormes y espacios interiores casi inexistentes o muy reducidos. En cuanto al estilo maya-tolteca, sigue utilizando, para esos mismos edificios ceremoniales, techos con bóvedas de paramento inclinado; pero ahora ya no se apoyan sobre muros, sino sobre columnas y pilares interiores. Otras características de este estilo es el uso de columnas, en las entradas de los edificios, que representan serpientes emplumadas.

En realidad la arquitectura maya tiene su punto de arranque en las modestas viviendas de los campesinos, aquellas sencillas chozas que, como es sabido, se construían sobre una plataforma ihás o menos elevada con el fin de defenderse de las inundaciones en la época de las grandes lluvias. Por eso, los primeros edificios que los mayas construyeron para fines exclusivamente rituales o los destinados para servir de vivienda a los sacerdotes y a los grandes jefes militares o civiles no fueron otra cosa, ni más ni menos, que otra suerte de chozas, de grandes dimensiones, eso sí, pero chozas a fin de cuentas y asimismo edificadas sobre la consabida plataforma, que, mientras tanto, también había adquirido mayor altura y empaque. Más adelante, las paredes de estas chozas se revistieron de piedra y mortero, lo que significó un importante paso adelante que se daba en el arte de construir.

Al mismo tiempo, las plataformas o basamentos iban creciendo también, o, mejor dicho, se superponían unos sobre otros, lo que asimismo fue otro primer paso en el camino que había de conducir a la creación de las famosas pirámides escalonadas mayas. Durante mucho tiempo, y pese a que ya eran habituales los muros de mampostería, los techos siguieron cubriéndose de palmas, con lo cual aún no podía hablarse de unas estructuras verdaderamente arquitectónicas. Pero cuando los constructores mayas decidieron al fin que era preciso sustituir el techo de palmas por otro de un material más sólido y duradero, en este caso la piedra, surgió la bóveda.


Esta bóveda maya, que también se ha llamado falsa o salediza, se construyó aproximando los muros del edificio a partir de una determinada altura (que, por lo general, solía ser por encima del dintel de las puertas) y las hiladas de piedra se iban superponiendo de tal manera que cada hilada sobresaliera de la inmediata inferior, dejándose en la parte superior un pequeño espacio que se cerraba con una simple losa. El techo así obtenido seguía siendo semejante, en el interior, al de la choza, con lo que, una vez más, vemos la supervivencia, en cierta manera, de esta primitiva vivienda campesina.

El inconveniente de la bóveda maya era que con ella no se podían cubrir espacios muy amplios, como ya se ha dicho, Arriba, a la izquierda: mapa del Yucatán y de los países limítrofes en el que figuran los principales focos culturales indígenas, entre ellos Chichén-Itzá. A la derecha: planta de Chichén-Ilzá en la que se indican los más importantes monumentos de este conjunto arquitectónico.

Ni siquiera en los grandes edilicios ceremoniales que se irían construyendo. El panteón maya estaba encabezado por HunabKu, el dios supremo, creador de todo e invisible. De él nació el bizco Itzamná, el dios Sol que había enseñado las ciencias a los hombres. Su consorte, Ixchel, era la diosa Luna, no siempre favorable a los hombres, pues enviaba de vez en cuando inundaciones devastadoras. Lugar muy importante ocupaba Chaac, el dios de la lluvia, lo que es muy lógico en una región tan seca como Yucatán; a él se le ofrecían sacrificios humanos en el Cenote Sagrado de Chichén-Itzá. Quetzalcóatl-Kukulcán, héroe divinizado de los toltecas, ocupaba también un lugar preeminente en la religión maya.

Quien lo mando construir



El origen de los mayas, como el de tantos pueblos primitivos, es incierto. Pero se sabe con seguridad que ocuparon, sucesivamente y en un movimiento ascendente; lo que hoy es la franja meridional de México, Belice, Guatemala y la zona más occidental de Honduras y El Salvador. En esta amplia área se establece la cultura maya. 


Su decantamiento como algo distinto del resto de las culturas mesoamericanas se produce paulatinamente durante cerca de cinco siglos —entre el año 200 antes de Cristo y el 250 de nuestra era—, tiempo en que se fue creando un estilo artístico y arquitectónico propio. En la última fecha citada se inicia lo que se ha llamado el período clásico temprano, que coincide con la aparición del calendario y de la escritura, y con un avance destacado en el campo del arte; esta etapa llega basta el año 600. Después comienza el período clásico tardío; en esta época la organización social estaba muy perfeccionada, y los sacerdotes dirigen la política y las ciencias, que conocen entonces su mejor momento. 


Pero a partir del siglo X se inicia una decadencia paulatina de este pueblo. La clase militar llega al poder y desplaza a los sacerdotes, aunque éstos, afortunadamente, no dejaron de desempeñar su relevante misión religiosa. Muchos de los grandes centros de población fueron abandonados por esos años, sin que se sepa con seguridad el porqué de tal determinación. La población se desplazó hacia el norte de la península de Yucatán o hacia las tierras altas de Guatemala. 


En la zona septentrional se iniciaba entonces el período posclásico —también llamado imperio nuevo—, con la formación de la Liga de Mayapán (987) entre las ciudades de Chichén-Itzá, Mayapán y Uxmal, unión que se deshizo en 1194, haciéndose con la hegemonía la segunda de estas ciudades, gobernada por los cocomes con ayuda de mercenarios nahuas procedentes de Xicalango. 


Antes, a lo largo del siglo X, Chichén -Itzá había recibido —por medio del grupo de los itzaes— el influjo de los toltecas, que se desplazaron desde la meseta central mexicana al mando de su caudillo Quetzalcóatl (Serpiente emplumada), nombre cuya traducción directa al maya es Kukulcán. El posterior culto a Kukulcán se extendió por la península de Yucatán, y fue precisamente en Chichén-Itzá donde se construyó su más importante templo, en la espléndida pirámide que los españoles llamaron más tarde El Castillo. Fue Kukulcán quien fundó Mayapán, con el propósito de hacer de ella el más destacado centro religioso y político, lo que se consiguió en 1194 y a costa de Chichén Itzá, cuyos habitantes, los itzaes, abandonaron la ciudad y se dirigieron hacia el sur, hacia el Petén guatemalteco, donde fundaron Tayasal. 


La hegemonía de Mayapán. se mantuvo hasta mediados del siglo xv, cuando la antigua población maya, cansada del dominio de los cocomes y de sus mercenarios, se rebeló y destruyó dicha ciudad. Es entonces cuando se inicia el fin de la grandeza maya, con luchas constantes entre las distintas ciudades. Y esta era la situación cuando, en 1527, los españoles llegan por primera vez a Yucatán. Pese a su decadencia y a las luchas internas, la resistencia que los mayas opusieron a los recién llegados fue muy grande y enérgica, ya que los españoles tardaron diecinueve años en conquistar el territorio, aunque, en realidad, lo cierto es que esta conquista no se consumó hasta 1697, año en que Martín de Ursúa derrotó en Tayasal a los itzaes, que siempre habían opuesto una tenaz resistencia a todos aquellos que pretendían someterlos.


miércoles, 23 de mayo de 2012

Motivo de Construccion




En el año 325, la ciudad en sus inicios fue un pequeño poblado de chozas, madera y paja, y sus habitantes comenzaron a construir edificaciones monumentales cerca del cenote llamado Xtoloc. Todo esto creció de manera dispersa en los primeros tiempos, para posteriormente ser diseñada cuidadosamente dejando grandes espacios entre los templos. Las longitudes entre los edificios estaban cubiertas de amplias calzadas o vías principales, elevadas sobre el suelo, llamadas Sacbés (caminos blancos, en maya). En el año 1900 Edward Thompson obtuvo la Hacienda de Chichén-Itzá que en su momento identificó la zona y realizó algunos estudios y en ese tiempo saqueó objetos encontrados en sus exploraciones que posteriormente fueron entregados. Los europeos Francisco de Montejo y Landa realizaron las primeras visitas a la zona y dieron cuenta de la existencia de la ciudad.


Esta ciudad maya cuyo nombre significa "En la boca del pozo de los itzáes", fue entre 600 y 1250 D.C. el centro de poder político, económico, religioso y militar; no sólo de Yucatán, sino de todo el sureste de Mesoamérica. 


El dominio Itzá incluyó parte de Tabasco y Campeche, parte de la costa del golfo de México y una gran parte de las tierras bajas del sur. 


Su esfera de control se centró en el mantenimiento de las actividades mercantiles a nivel regional y a larga distancia, generando uno de los circuitos comerciales más importantes de toda mesoamérica. 


El poder de los Itzáes provocó cambios drásticos en la estructura interna de las comunidades yucatecas, la introduccion de una innovadora visión del mundo marcó la instauración de un orden caracterizado por el cambio en los valores comerciales, en los sistemas de producción y distribución de productos así como en la arquitectura habitacional y religiosa de los grupos en el poder.

lunes, 21 de mayo de 2012

Informacion





Chichen Itza

Esta ciudad maya cuyo nombre significa "En la boca del pozo de los itzáes", fue entre 600 y 1250 D.C. el centro de poder político, económico, religioso y militar; no sólo de Yucatán, sino de todo el sureste de Mesoamérica.


El dominio Itzá incluyó parte de Tabasco y Campeche, parte de la costa del golfo de México y una gran parte de las tierras bajas del sur. 


Su esfera de control se centró en el mantenimiento de las actividades mercantiles a nivel regional y a larga distancia, generando uno de los circuitos comerciales más importantes de toda mesoamérica. 


El poder de los Itzáes provocó cambios drásticos en la estructura interna de las comunidades yucatecas, la introduccion de una innovadora visión del mundo marcó la instauración de un orden caracterizado por el cambio en los valores comerciales, en los sistemas de producción y distribución de productos así como en la arquitectura habitacional y religiosa de los grupos en el poder. 


Se calcula que en su época de máximo explendor tuvo aproximadamente 50,000 habitantes en una extensión de 25km2; vinculándose con grupos tan distantes como Balamkanché, Iki, Cumtun, Poxil y Halakai, entre otros. Todas estas ciudades mayas se comunicaban con el centro ceremonial a travéz de caminos o sacbeob. 



Zonas principales de Chichen Itza

El edificio principal de esta zona arqueológica es "El Castillo". Este templo ceremonial tiene un acceso al interior [el cual ya esta cerrado al publico] donde se puede ver un jaguar y un chacmol adornados con jade. 



El Templo de Kukulcán

Dominando Chichén Itzá se encuentra el instantáneamente reconocible Templo de Kukulcán, que es el nombre maya de Quetzacóatl. También se le conoce como El Castillo. La pirámide tiene una escalera en cada lado y en cada amanecer y crepúsculo durante los equinoccios de primavera y otoño llegan visitantes de todas partes del mundo para observar un fenómeno arqueoastronómico sin precedentes que nadie deberá perderse. La esquina de la pirámide proyecta la sombra de una serpiente emplumada –Kukulcán– y, a medida que el sol se mueve, la sombra de la serpiente se desliza hacia abajo por un costado de la pirámide para fertilizar la tierra. Asegúrese de llegar temprano pues Chichén Itzá recibe a una multitud de personas para este asombroso evento. 



El Gran Juego de Pelota

El Gran Juego de Pelota es el campo de pelota más grande de la antigua Mesoamérica y se encuentra en Chichén Itzá. Mide 166 x 68 metros y tiene 12 metros de altura con aros de piedra para el juego e intrincados tallados de serpientes entrelazadas en las paredes. 



El Templo de los Guerreros

El Templo de los Guerreros es una gran pirámide escalonada con una fila de columnas talladas al frente que representan a los ancestrales guerreros. En la parte superior de la pirámide, protegiendo la entrada del templo, se encuentra un Chaac Mool. 



El Cenote Sagrado

El Cenote Sagrado es el más impresionante de los cenotes situados en esta zona; sus medidas son asombrosas: 60 metros de diámetro con acantilados escarpados que descienden 27 metros hasta el agua. El Cenote Sagrado era utilizado por los mayas para realizar sacrificios a Chaac, el dios de la lluvia, durante las épocas de sequía. Arqueólogos han encontrado en el fondo del cenote muchos objetos de oro, jade y obsidiana, así como esqueletos.